El verano es la época ideal  para salir de la ciudad y regresar al Pueblo. Es el momento de reencontrarse con familiares y amigos. Amigos a los que vemos una vez al año, durante la época estival y que los más pequeños esperan con nerviosismo y gran ilusión. Es en este momento donde niños y niñas empiezan a forjar sus primeros lazos de amistad fuera de la escuela  y a crear un sentimiento de grupo y comunidad.

En Portela conscientes de los beneficios de realizar actividades al aire libre y en un entorno natural tan privilegiado han organizado un taller de pintura  para favorecer y fomentar la cohesión de grupo y las relaciones entre todos los niños y niñas que  este verano visitan el pueblo.

Y nada mejor que las escaleras que bajan a la Iglesia del pueblo para poner en práctica las habilidades  artísticas. Una vez limpias, las pintaron de blanco, luego se consensuó el nombre de cada escalón  que debía de hacer alusión a algún paraje del pueblo, finalmente, cada uno en su estilo y, con el color preferido escribieron el nombre elegido.

Una gratificante actividad, funcional para disfrutar y aprender en un entorno seguro y enriquecedor que seguro que creará en los protagonistas unos recuerdo duraderos.